El italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), primer líder del Mundial 2024 y actual campeón de MotoGP, el surafricano Brad Binder (KTM) y el español Jorge Martín (Ducati Pramac) protagonizan este fin de semana un nuevo pulso en el Gran Premio de Portugal, que se dispura en el circuito de Portimao, con Marc Márquez (Ducati Gresini) de nuevo como ‘invitado especial’ y con intención de ascender un peldaño respecto a la carrera inaugural de Qatar, donde finalizó cuarto en su estreno con la Desmosedici GP23.
Bagnaia impuso su ley en la carrera larga de Catar, pero con 40 carreras todavía por delante (entre las sprint y las de domingo) todo está aún por decidir. Apenas dos puntos le separan de Binder y tres de Martín, en un trazado de características muy peculiares pero en el que único que se ha subido a lo más alto del podio ha sido el italiano.
Portimao, en el Algarve, es un circuito muy particular, con quince curvas, nueve hacia la derecha y seis a la izquierda en el que destacan sus ondulaciones y la fuerte inclinación de la curva uno, en donde lograr la mejor puesta a punto se convierte casi en una necesidad para conseguir un buen rendimiento.
La carrera se disputa en este escenario desde 2020, cuando por su conocimiento de la pista se impuso el ‘local’ Miguel Oliveira, entonces sobre una KTM, en tanto que las dos siguientes temporadas la victoria fue para el francés Fabio Quartararo (Yamaha), que se proclamó campeón del mundo en 2021. El año pasado el triunfo fue para Bagnaia y su poderosa Ducati.
Tanto Bagnaia como el resto de favoritos estarán muy pendientes de la puesta a punto de sus motos y también del progreso de uno de los rivales que puede ser el más peligroso a lo largo de la temporada, el ocho veces campeón del mundo , Marc Márquez, quien ya en Losail evidenció una notable adaptación a su nueva Ducati, consiguiendo una quinta y cuarta plaza en la carrera ‘sprint’ y el gran premio, respectivamente.
Portimao es un trazado que no se le ha dado bien hasta la fecha a Marc, aunque en su favor cabe destacar que la primera vez que se disputó allí una carrera del mundial fue en 2020, el año de la pandemia y también el de su grave accidente en Jerez de la Frontera, cuyas secuelas ha arrastrado durante las cuatro últimas temporadas.
Una sexta plaza ha sido el mejor resultado en gran premio, en 2022, unido a una tercera posición en la carrera ‘sprint’ del pasado año 2023, por lo que no se puede descartar a Marc Márquez en ninguna de las ‘cábalas’ que se realicen, pero como en los anteriores casos, el mundial no ha hecho más que comenzar.
Los pilotos oficiales de Aprilia, Aleix Espargaró y Maverick Viñales, demostraron tener el suficiente potencial en sus nuevos prototipos de RS-GP, pero no terminaron de concretar ese rendimiento en pista en Qatar, aunque deberían ser ‘habituales’ en la pelea por el podio esta temporada, como también los pilotos de KTM, Brad Binder y Jack Miller, o los de Gas Gas, con el ‘debutante’ Pedro Acosta a la cabeza.
El ‘Tiburón’ de Mazarrón deslumbró por su rendimiento en la carrera de Losail, en la que llegó a ascender hasta la cuarta plaza, pero pagó el esfuerzo realizado tanto en lo físico como en el desgaste de los neumáticos en el tramo final de la carrera catarí, por lo que seguro que habrá aprendido ‘la lección’ y sabrá dosificar mucho mejor su esfuerzo en Portugal.
Los pilotos de Yamaha, en particular Fabio Quartararo, el piloto que más ha ganado en Portimao, debieran de ser los ‘siguientes’ aspirantes, con Alex Rins tras el francés, aunque su principio de temporada con el nuevo prototipo de la YZR M1 no ha sido todo lo esperanzador que cabría esperar.
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Menos halagüeño es el panorama para los pilotos oficiales de Honda, Joan Mir y Luca Marini, que en Qatar sufrieron para conseguir un buen rendimiento y dejaron claro que queda mucho camino por delante para la evolución de la RC 213 V, al menos para ponerse ‘a la par’ de sus rivales.
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